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En Lamett, no se trata sólo de ofrecer hermosos suelos de madera, sino también de tomar decisiones conscientes y sostenibles. Nos esforzamos por combinar el valor estético con la responsabilidad ecológica, y eso empieza por el origen de nuestra madera.
Los bosques nos conectan a todos. Proporcionan el aire que respiramos, filtran el agua que bebemos y sirven de hábitat a innumerables plantas, animales y comunidades indígenas. PEFC (Programme for the Endorsement of Forest Certification) y FSC® (Forest Stewardship Council) son etiquetas reconocidas internacionalmente que establecen las normas más estrictas de gestión forestal responsable. Los bosques que cuentan con estas certificaciones se gestionan de forma sostenible, preservando la biodiversidad, protegiendo a las comunidades locales y replantando con normalidad.
Las certificaciones FSC® y PEFC no sólo conciernen a los gestores forestales, sino también a las empresas de la cadena de suministro. Como vendedor autorizado de madera certificada FSC® y PEFC, Lamett dispone de un número de registro oficial de Cadena de Custodia. Esto significa que podemos rastrear cada pieza de madera desde el bosque hasta el producto acabado. Así puede estar seguro de que su suelo no sólo es bonito, sino que también ha sido fabricado de forma responsable.
Por la presente, la dirección de Lamett Europe declara su compromiso de aplicar y mantener los requisitos de la Cadena de Custodia PEFC de acuerdo con la Norma PEFC (2002:2020). WOODBE-COC-001574.
Tanto FSC® como PEFC persiguen el mismo objetivo de gestión forestal sostenible. Sin embargo, cada uno adopta su propio enfoque y sistema de certificación.
PEFC utiliza declaraciones como 70% certificado PEFC o 100% certificado PEFC. FSC® utiliza otras denominaciones, como FSC Mix 70%, FSC Mix Credit o FSC 100%. La declaración que se utilice dependerá de la cantidad de madera certificada que contenga el producto final.
FSC® se creó en 1993, pero no encajaba tan bien con la estructura de propiedad de los bosques europeos, especialmente para los pequeños propietarios forestales privados. Los costes de certificación eran demasiado elevados y aún no existía la certificación en grupo. Por ello, en 1999 surgió PEFC como alternativa. Aunque los sistemas difieren, en realidad es valioso que ambos coexistan: se mantienen mutuamente alerta, fomentan la mejora continua y evitan la monopolización. Así, los propietarios forestales tienen libertad para elegir el sistema que mejor se adapte a su forma de trabajar.
Ambos son sellos para la madera procedente de bosques gestionados de forma sostenible y su objetivo es reducir la deforestación.
Tienen en cuenta aspectos sociales, ecológicos y económicos.
Gozan de reconocimiento y confianza en todo el mundo.
Al elegir madera certificada PEFC y FSC®, contribuye a la protección de los bosques de todo el mundo y ayuda a detener la deforestación. Nuestros suelos están diseñados para durar generaciones, lo que los convierte en una inversión sostenible y responsable.